domingo, 23 de septiembre de 2012


DIAGNÓSTICO

El diagnóstico etiológico de la enfermedad de Chagas se basa en la: clínica, epidemiología y laboratorio. Para el diagnóstico de laboratorio, los exámenes adecuados dependen de la etapa clínica del paciente. En la etapa aguda los estudios se centran en la búsqueda y reconocimiento del T. cruzi en sangre (metodología parasitológica directa), porque en las etapas iniciales de la enfermedad se encuentran parasitemias importantes y a medida que transcurre la infección van disminuyendo hasta hacerse mínimas y aleatorias. En las etapas crónicas (inaparente o indeterminada y sintomática) las parasitemias son transitorias y por ello el diagnóstico se realiza fundamentalmente mediante el hallazgo de anticuerpos circulantes contra el T. cruzi.

Para el diagnóstico etiológico de enfermedad  
de Chagas

• Métodos parasitológicos: 


Se trata de los  
métodos más recomendados en la investigación  
de tripanosomiasis aguda y se refieren en orden  
creciente de complejidad y sensibilidad los  
siguientes gota fresca y gota gruesa, método 
Strout, método de capilares, hemocultivo,  
xenodiagnóstico y PCR (reacción en cadena por  
la enzima polimerasa). 

Cabe mencionar que la  
búsqueda de T. cruzi en gota gruesa a partir de  
sangre periférica es un método 100 % específico,  
pero de muy baja sensibilidad, dando numerosos falsos negativos, ya que la observación de los mismos depende del tamaño de la gota y la cantidad de parásitos circulantes. Por el contrario el método de Strout concentra los elementos parasitarios mediante centrifugación y tiene una especificidad del 100% y una sensibilidad del 95.%.


Métodos serológicos: 


En la etapa aguda la capacidad de identificar anticuerpos se registra a partir de la 4ta semana de la infección. Para 
establecer un diagnóstico de fase aguda mediante 

serología convencional debe registrarse una 
seroconversión (de negativo a positivo) entre 
dos muestras pareadas de suero obtenidas con un 
mes de diferencia como mínimo. Los métodos 
serológicos determinan inmunoglobulinas 
humanas de los tipos M y G. 





El resultado 

positivo del diagnóstico parasitológico es la 
certificación de la infección, sin embargo un 
resultado parasitológico negativo no indica 
necesariamente ausencia de infección; por lo que 
se recomienda complementar la investigación 

de casos sospechosos con el seguimiento de la 
evolución de títulos serológicos en el tiempo 
en los casos sospechados de infección. Los 
métodos recomendados en esta etapa son la 
Inmunofluorescencia Indirecta (IFI), el Ensayo 
Inmunoenzimático (ELISA) y Aglutinación  
Directa (AD) con y sin Mercaptoetanol.




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